Asistencia al Viajero


Cuando se está en pleno viaje hacia otro país, es demasiado tarde para acordarse de lo que tendríamos que haber llevado. Por eso siempre insistimos: la organización de un viaje debe ser hecha con bastante anticipación, como también la compra de una asistencia al viajero, para embarcar con la tranquilidad y la protección necesarias.


Ya sea en un vuelo internacional, como en un ómnibus intercontinental, te darás cuenta que existen diversos tipos de viajeros, ya que algunos están allí de vacaciones, otros están por comenzar un nuevo trabajo o iniciar estudios en el exterior, y hasta están los que viajan para visitar a seres queridos. Y todos, absolutamente todos, tienen la misma ansiedad por llegar a destino. Lo que muchos no confiesan son los nervios que sienten, pensando que se han olvidado de algo…

No te preocupes, es una sensación común a todos, pero si te organizás bien, esa sensación pasará de inmediato, porque tendrás la seguridad de haber planificado todo correctamente.

Por ejemplo, si sabés hacia dónde viajás, sabrás qué tipo de ropas poner en la valija. Al comprar los pasajes, ya sabrás si necesitás visa o aplicarte alguna vacuna (esto lo podrás chequear en la embajada correspondiente).

Muy importante: obviamente, hacé todo lo mencionado anteriormente con bastante antecedencia ya que, si tuvieras que aplicarte alguna vacuna, por ejemplo, tendrás tiempo de recomponerte en caso que te de fiebre. Aquí –y en todo lo que tenga que ver con un viaje!- vale siempre el dicho “mejor prevenir, que curar”!

Llegá al aeropuerto de dos a tres horas antes del horario de tu vuelo, para que tengas el tiempo suficiente para hacer el check in con tranquilidad. Pasear por el free-shop o tomar un café o jugo antes de embarcar, siempre ayuda para relajar y distenderte.

Y para continuar relajado durante toda tu permanencia en el exterior, nada mejor que llevar una asistencia al viajero, la protección fundamental en tus manos para que tu viaje sea realmente maravilloso.